El octavo Mandamiento —“No hurtarás”— debería ser un Mandamiento de fácil comprensión. Hurtar es tomar sin permiso algo que pertenece justamente a una persona. Nuestra primera oportunidad probablemente se da en la guardería cuando nuestros compañeros de juego tienen juguetes claramente más bonitos que los nuestros. En toda sociedad hay algún tipo de norma sobre la propiedad que en general es entendida y aceptada, con un castigo para los que transgredan esta ley. Ninguna sociedad puede sobrevivir
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